Las plantas de laurel son utilizadas en la horticultura, como plantas de cobertura, para cocina, para especias, etc.
Debido al sabor que le dan a los alimentos, no se consumen, hay que retirarlas después de cocinar las comidas, y también se usa como hierba medicinal. Los agentes terapéuticos son aceites grasos y etéreos que se derivan de las hojas y bayas, y sus principales activos incluyen por lo general cineol y pineno.
El laurel añade alto contenido antioxidante a los alimentos, así contribuye a forjar un sistema inmunológico más fuerte y a la protección contra los efectos dañinos de los radicales libres, la protección contra los virus y a la cicatrización de heridas.
Esta hierba muy popular te va ayudar a relajarte casi instantáneamente y deshacerte del estrés, la ansiedad y la fatiga. Las hojas de laurel poseen una gran cantidad de vitamina A, que fortalece la memoria, mantiene y protege las membranas mucosas y la piel, y ayuda en la reducción de pulmón y de la cavidad oral.
El olor característico de las hojas de laurel proviene de los compuestos volátiles que tienen un efecto curativo sobre el sistema de digestión y alivian los problemas digestivos. Un té hecho de hojas de laurel estimula el apetito y la digestión, ayuda a calmar las náuseas, y alivia las úlceras, calambres y distensión abdominal.
Con aceite de laurel ayuda en el tratamiento de la artritis, dolor muscular, bronquitis y gripe. Esta especia tiene el potencial de reducir el riesgo de cáncer, ya que contiene una variedad de fitoquímicos que tienen potentes propiedades anti-cáncer.
Preparación
Para este remedio, toma una hoja de laurel seca, colócala en un recipiente donde se pueda quemar, enciéndela y sal de la habitación.
Luego de diez minutos la hoja de laurel se habrá quemado y la habitación se llenara de humo de incienso que va a crear un ambiente especial con un rico olor. Cuando se quema la hoja, se liberan los ingredientes específicos que te ayudarán para aliviar la fatiga y a relajarte.
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