Fungen como control biológico de insectos, como cucarachas, por lo que se sugiere no matarlos. La característica más peculiar es la forma del primer par de patas, mucho más largas que las demás y con función táctil.
Aunque pueden llegar a medir 70 centímetros en diagonal, estos animales no son peligrosos para el ser humano. De hecho, ni siquiera tienen veneno. Sin embargo, su mala fama les antecede debido a su tenebroso aspecto.